Que levante la mano el que se lleve bien con su suegra. De acuerdo que es difícil. De acuerdo que a veces son difíciles. Pero hoy queremos reivindicar el papel de las suegras, y de las nueras y yernos. Porque ¿quién dijo que tienen que llevarse como el perro y el gato?
Hoy salimos a la calle para enterarnos de cómo es la relación de los yernos con sus suegras, de las suegras con las novias de sus hijos y de las nueras con las madres de sus novios.
Algunas no son especialmente idílicas, aunque se llevan con política democracia; o sea ver, oír y callar. Otras, sin embargo, son ejemplares amparándose en una gran máxima: la de que no se pierde a un hijo, sino que se gana otra madre.
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