Por tercer año consecutivo, los alumnos de Ingeniería de Telecomunicaciones de la Universidad Rey Juan Carlos han organizado una carrera de coches para demostrar lo aprendido durante el curso.
Con el tiempo han ido perfeccionando un sistema que permite al coche hacer un recorrido siguiendo el mapa marcado por un GPS, es decir, que sus alumnos no usan ni volante, ni ningún otro tipo de mando.
De este modo, y si han hecho los deberes, los coches deberían recorrer el circuito sin salirse de la pistas. Ese es el reto.
Son los primeros pasos de una idea presente en la ciencia ficción: ¿podrán los coches conducirse algún día de manera autómata?
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