Unos informes médicos que no dejan a lugar a dudas de las lesiones que presuntamente se provocaron ambos ediles. Los golpes con la derecha, las patadas, los cabezazos rompieron gafas, narices y la convivencia de una localidad, Torrejón de Velasco, que ha tardado mucho tiempo en recuperarla. De hecho, ninguno de los acusados ha reconocido que pegó, pero sí han reconocido que el otro le agredió.
Manuel Trigueros, uno de los concejales acusados, ha señalado que jamás agredió a nadie y que le acusaron de alentar a los vecinos para quemarle la casa, aunque meses después fue su nave industrial la que apareció calcinada.
Por su parte el otro concejal que se ha sentado en el banquillo de los acusados, Luis Miguel Quiroga, ha ido más allá de negar su participación directa en los golpes al afirmar que todo fue fruto de una moción de censura por la cual tuvo incluso que abandonar no sólo el gobierno sino el municipio.
El juicio ha quedado visto para sentencia. Se solicitan para cada uno tres años y medio de prisión por los delitos de atentado contra la autoridad y lesiones.
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