La principal novedad de este año ha sido el descubrimiento de esos restos de una especie similar al nilgo o toro azul (Boselaphus tragocamelus) que habita en el subcontinente indio. Es un gran antílope con cuernos pequeños, pariente lejano de esa especie (cuyos ejemplares podemos observar en el Zoo de Madrid, tal y como se aprecia en la fotografía) de la que se ha hallado un esqueleto (“casi completo”), con cráneo y mandíbulas. “Fue como un regalo de cumpleaños por el 25º aniversario de estos descubrimientos” reconoce Jorge Morales, director de las excavaciones. También es llamativo en el entorno concreto del yacimiento, caracterizado por los restos de carnívoros (tigres dientes de sable, hienas y osos), debido a las trampas naturales que horadaban la zona en el Mioceno.
Esta temporada se han excavado los yacimientos 1, 3 y 10, que se encuentran en fases diferentes. “Ahora es más difícil encontrar novedades, pero tenemos cada vez más datos”, apunta Morales.
La campaña comenzó el 13 de julio y se ha prolongado durante solo dos semanas (“dependemos de los presupuestos y la crisis afecta”); en ella han participado medio centenar de personas entre paleontólogos del Museo Nacional de Ciencias Naturales, del CSIC y alumnos de las universidades madrileñas Complutense (UCM) y Autónoma (UAM). Este año, además, se han organizado dos jornadas de puertas abiertas, promovidas por la Comunidad de Madrid.
El proyecto de parque paleontológico sigue en el horizonte. “Los proyectos ya están hechos pero el ayuntamiento de Torrejón de Velasco tiene que solucionar el tema de la titularidad de los terrenos que ahora son de un particular, aunque estamos en una época de vacas flacas“, resume Morales. “Son yacimientos que pueden tener una proyección muy importante”, concluye.
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