Desde la Asociación para el Autocuidado de la Salud afirman que la decisión de dejar de fumar debe tomarse “en serio” y con una importante reserva de fuerza de voluntad considerada como “imprescindible”. El principal problema según su presidente es la dependencia psíquica del tabaco, más aún que la física, debido a que el tabaco “es una de las sustancias más adictivas que existen”.
Tras tomar la decisión debe acudirse a un médico especialista, especialmente si se lleva fumando mucho tiempo, para que nos aconseje entre los muchos productos que existen en el mercado para ayudarnos y buscar un tratamiento personalizado. En 2010 los medicamentos sin receta para la deshabituación tabáquica como chicles o parches aumentaron sus ventas un 11% respecto a 2008, y es previsible que su demanda aumente.
La prueba de que dejar los cigarrillos es duro está en que sólo 4 de cada 100 fumadores que lo intentan consiguen hacerlo definitivamente, según los datos del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo. De hecho, un 27,5% de ellos han intentado dejar el hábito durante el último año.
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