Una moción que se ha votado en un abarrotado Salón de Plenos que ha visto ampliamente superado su aforo de 180 personas y en el que se han vivida situaciones dantescas como varios amagos de desalojar la sala y el enfrentamiento entre Carlos Penit, portavoz de IU que ejercía como presidente de la Mesa de Edad del Pleno y otro de los integrantes de la misma.
El secretario general del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez, ha acusado al Partido Popular de haber organizado a sus militantes para crear tensión y crispación, a la vez que ha solicitado la dimisión del consejero de Presidencia e Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, al que ha apuntado como responsable de la situación.
Por su parte, Granados ha dicho que la petición de dimisión realizada por Gómez es una broma más propia de los Santos Inocentes. Del mismo modo ha afirmado que con la moción de censura, el PSOE ha firmado una de las páginas más negras de la historia de la Democracia y deberá dar explicaciones por ello.
Tomás Gómez ha tenido que abandonar el Ayuntamiento de Pinto escoltado por la policía y cuyo coche ha recibido impactos de objetos lanzados por la multitud que aguardaba en la Plaza de la Constitución con gritos de “manos arriba, esto es un atraco” e insultos de todo tipo.
Todo ello ha provocado que el Partido Socialista de Madrid haya exigido a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que condene lo que han calificado de “actos de agresión” sufridos por los dirigentes socialistas en Pinto.
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