Se trata por lo pronto de una prueba piloto que ha comenzado en dos unidades del grupo Avanza que realizan el servicio en el sur de la región y el Corredor del Henares y que tendrá una duración de seis meses. Los dos aparatos, instalados en el techo de los autobuses, medirán tanto los niveles de monóxido de carbono (CO) como los de dióxido de nitrógeno (NO2).
Por lo pronto se empieza por estas dos zonas, la primera de las cuales corresponde a rutas que pasan por Getafe, Parla, Alcorcón y el norte de Toledo, pero se prevé que pueda extenderse debido a que los transportes interurbanos cuentan con 1.800 vehículos que llegan a cualquiera de los 179 municipios de la Comunidad, por lo que la capacidad para obtener datos es muy amplia.
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