La reforma acometida en 1989 transformó el edificio en residencia municipal de ancianos aunque en sus más de 130 años de historia el inmueble ha cumplido otras funciones como la de ser casa de labor, sede de los Boy Scouts, sala de usos múltiples o almacén municipal.
Con la remodelación acometida ahora, para la que se han invertido más de 355.000 euros, se han habilitado dos aulas de trabajo, una sala para educadores, un despacho para atención a familiares y usuarios, y zonas comunes.
Más de 1.000 personas se benefician de estas instalaciones que han sido adaptadas para atender mejor las necesidades de las familias cuyos hijos corren riesgos de exclusión social o están expuestos al consumo de sustancias que perjudican su salud.
La concejala de Acción Social, Josefina Nieto, se ha manifestado satisfecha por la recuperación de este histórico edificio.
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