Este lunes las AMPAS de ambos centros han acudido de nuevo a la Dirección de Área Territorial DAT-Madrid Sur para registrar esta vez treinta reclamaciones personales de padres de alumnos que consideran que el cierre de ambas escuelas les provoca, tanto a ellos como a sus hijos, “daños materiales y morales”.
Según relata Patricia Santos, su portavoz, algunos padres que eligieron Verbena y Valle Inclán para sus hijos tuvieron que modificar sus horarios laborales, comprarse un coche o echar mano de los abuelos para recoger a los niños. Pero ahora, con el cambio de centro, tienen que volver a modificar radicalmente sus vidas para adecuarse al nuevo destino.
Además insisten en que el alcalde de Leganés debe trasladar a la consejera Lucía Figar la postura del Pleno Municipal, que por varias veces ha votado en contra de estos cierres, la última por unanimidad.
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