Según el relato de algunos trabajadores, que prefieren no dar su identidad por temor a posibles represalias, los juzgados de Valdemoro carecen de ventilación. Es un local bajo y sin ventanas a la calle, por lo que estos días de máximo calor, al no tener aire acondicionado, la situación es límite.
En total hay diez personas en una sala, con sus correspondientes ordenadores y aparatos electrónicos que desprenden calor, por lo que cada poco tiempo tienen que salir a la calle para respirar con normalidad. La solución ha sido instalar un “pingüino”, un aire acondicionado portátil, pero no es capaz de bajar la temperatura en toda la instalación.
Juan José Carral, presidente del sindicato CSI-F en su sección de Justicia, ha alertado de que los trabajadores se plantean parar como protesta porque se incumple flagrantemente la ley, ya que en oficina la temperatura debe estar entre los 17 y los 27 grados.
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