Muchos de los jóvenes políticos que abanderan uno u otro partido, ni siquiera habían nacido en 1981, pero todos saben el peligro que corrió la democracia que hoy conocemos cuando el Teniente Coronel Antonio Tejero irrumpió en el congreso con un séquito de hombres armados hace ya 28 años.
Como se suele decir, no puede hacerse futuro sin conocer el pasado. Por eso, las Juventudes Socialistas de Fuenlabrada han querido conocer, de primera mano, cómo vivieron aquellos momentos de incertidumbre sus representantes políticos.
Para ello, han contado con la presencia de dos testigos de excepción: el ex alcalde de Fuenlabrada, José Quintana, y el por entonces diputado en el Congreso Juan Barranco.
Quintana recuerda aquella época de cambios que supusieron un “caldo de cultivo” para el 23F. La reforma en los estatutos de autonomías, el debilitamiento de Unión de Centro Democrático y la legalización del Partido Comunista fueron el resorte para los golpistas, por lo que eran los partidos de izquierdas los que más tenían que perder.
Testigo directo de la toma del Congreso en el ’81 fue Juan Barranco, que recuerda aquel día con miedo, pero también con vergüenza y frustración al ver como podía ser herida la democracia con la fuerza.
Por eso, el ahora senador, incide en la importancia de las nuevas generaciones de políticos para no volver a caer en los mismos errores.
Hoy día, el sentido de la democracia parece más arraigado en nuestra sociedad que hace 28 años, y tanto Quintana como Barranco consideran más que improbable que algo así vuelva a suceder.
En cualquier caso serán los políticos y ciudadanos del mañana los que tendrán, para ello, que seguir fortaleciendo la estructura democrática de los derechos y libertades de los españoles.
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