Scorpions, cómo hemos cambiado

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Scorpions, cómo hemos cambiado

Sí, dijeron que se retiraban. Servidor les vio en el anunciado como “último concierto en España”, en Vistalegre. Pero tras una gira de despedida de la que nunca se despidieron, los escorpiones alemanes han decidido que no son suficientemente viejos como para dejar de rasguear sus guitarras, así que han vuelto con este “We built this house”. Buen momento entonces para repasar los celebrados 50 años de carrera que empezaban con mucho rock.

Estamos en 1971, esto se llama “I’m going mad” y lo cierto es que era un tema casi instrumental, muy psicodélico y realmente incitaba a que te volvieras un poco loco. Era su carta de presentación que fue abandonando después ese aire extraño de la psicodelia para ir cogiendo tintes de eficiente rock alemán: austero, directo y, ya sí, tarareable.

Cuatro años después publicaban este “In trance”, con el alcanzaban popularidad. Después le metieron revoluciones, velocidad y poderío en el sonido con “He’s a woman – she’s a man”. Durante el resto de década tuvieron melodías más finas y agradables como las de “Is there anybody there?”. Por cierto, justo antes de concluir los 70, en el disco Lovedrive, ya ensayaban una de sus míticas baladas, en este caso la todavía en repertorio “Holiday”.

En la década posterior, de los 80, actualizaron su repertorio con grandes dosis de rock ochentero, a veces incluso cercano al glam, si es que estos alemanes tenían algo de glam… Alcanzaron el pleno éxito en Estados Unidos y llenaron grandes estadios con los temas “No one like you”, “Rock you like a hurricane” o “Passion rules the game”.

Por cierto, quizás hayáis encontrado una pequeña variación en el cantante, Klaus Meine, que tuvo que operarse porque perdía súbitamente la voz. Ya recuperado, en 1984, llegó ella. La BALADA con mayúsculas. Una canción incontestable que ha sido tarareada por media humanidad y que está en el repertorio de cualquier grupo rock principiante que se precie.

“Still loving you” lo tiene todo: dicotomía amor-desamor, plañideras guitarras eléctricas, una voz poderosa pero a la vez afligida… En los 90 no dejaron de cultiva este estilo. Y es que con temas como “Wind of change” han hecho historia al colarse en todos los reportajes sobre la caída del muro de Berlín y de la dictadura comunista rusa. De hecho años antes habían sido el primer grupo occidental de rock que actuaba en suelo soviético.

Claro que en ese disco, “Crazy world”, también había tiempo para rock a gran velocidad como el de “Hit between the eyes”. La verdad es que no se amedrentaron por el “efecto Nirvana” del grunge, por el cambio de década, y sobrevivieron sin cambiar su música.

Pero no crean, que las baladas seguían siendo una especialidad de la casa. “You and I”, de 1996, sigue siendo capaz de romper más de un corazón. Luego en 1999 su sonido experimentó la primera y única incursión pop, con el discutible tema “To be no. 1”.

Desde entonces su producción de novedades ha sido tenue, aunque en 2001 publicaron un delicioso concierto acústico en Portugal con alguna joya nueva. Pero despidámonos con el que iba a ser y al final no fue su último disco, “Sting in the tail”, con temas que volvían a los orígenes como “Raised on Rock”.

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