Rigabert recuerda que la leishmaniasis, desde 1997, “se notifica como enfermedad de declaración obligatoria desde la red de vigilancia epidemiológica” y tuvo su primer brote en el sur de la región en 2009. Desde entonces se produjo un repunte importante en 2011 cuando se detectaron 197 casos en humanos, pero luego la cifra de afectados ha ido bajando considerablemente. En 2013 los casos fueron 87, 77 el pasado año y en este 2015 sólo se han registrado 8 casos. Por eso, Rigabert asegura que no se puede hablar de repunte de la enfermedad y mucho menos en Fuenlabrada, según han indicado algunas informaciones, ya que en esta ciudad sólo se han dado 4 casos en personas.
La leishmaniasis se transmite fundamentalmente entre octubre y febrero. El reservorio de la enfermedad son animales domésticos como gatos y perros y el vector de transmisión el mosquito flebótomo. También se ha detectado como animal portador las libres y los conejos, por eso la Comunidad viene actuando en zonas como Bosque Sur, sobre estos animales.
Esta enfermedad tiene dos manifestaciones una cutánea, con pequeñas úlceras benignas y otra visceral, que necesita tratamiento médico y control para evitar complicaciones.
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