El cementerio llevaba 60 años funcionando con normalidad y tiene su origen en unos terrenos en Griñón cedidos por una mujer para que se enterrase allí según los preceptos islámicos, donde se empezaron a enterrar por ejemplo a miembros de la Guardia Mora de Franco, aunque con el tiempo se ha convertido en un cementerio para musulmanes normal y corriente, aunque, eso sí, el único del centro de la península ibérica.
La titularidad era del Ministerio de Defensa pero estaba gestionado por el consulado de Marruecos. Sin embargo Defensa lo ha traspasado ahora al Ayuntamiento de Griñón, que a su vez lo ha clausurado “temporalmente” debido a que tienen que solventar ciertas deficiencias sanitarias y de gestión.
Mohamed Said Alilech, presidente de la Asociación Jóvenes Musulmanes, ha señalado en Hoy por Hoy Madrid Sur que están dispuestos a que se cumpla cualquier normativa siempre que se respete la particularidad del rito, pero señala que se busca privatizar un recurso público y además no se da ninguna alternativa, ya que de hecho hay siete cadáveres actualmente en neveras por no contar con ninguna posibilidad de entierro a menos de 200 kilómetros.
Por su parte la alcaldesa Maria Antonia Díaz ha señalado que los enterramientos se han realizado en condiciones “lamentables” en materia de sanidad y seguridad, por lo que han estado en contacto con varias instituciones para solventar este asunto y legalizar las actividades que se realicen allí, con un periodo que podría ser de unos dos meses para adecuar el recinto y sacar a concurso su gestión, ya que no tienen “otra posibilidad legal”.
Mientras tanto habrá convocadas varias manifestaciones semanales frente al Ayuntamiento de Griñón para exigir una solución a este asunto.
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