Con la inadmisión del recurso presentado por la empresa Uralita se pone fin a varios años de luchas no ya por los afectados por el amianto en Getafe, muchos de los cuales ya han fallecido por patologías respiratorias, sino por los familiares que han seguido exigiendo justicia.
Por tanto el Supremo dicta sentencia firme, la primera en toda España en un juicio colectivo contra Uralita, y confirma que la empresa ya sabía en 1947 que el polvo de amianto era peligroso, pero no realizó tareas de prevención hasta los años 70.
Hace un año, cuando el TSJM dictó la condena de millón y medio de euros, el presidente de la asociación Avida, Juan Carlos Paúl, recordaba que la sentencia llegaba tarde porque la mitad de los 18 afectados en Getafe ya había fallecido.
Desde la asociación creen que la decisión del Supremo abre un importante camino para que el resto de demandas colectivas consigan las indemnizaciones pertinentes, ya que reconoce que aunque no haya sanción a la empresa en materia de seguridad, ésta debería haber velado por la salud de sus trabajadores.
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