Odio Madrid por Adolfo Suárez
- Opinión - SER comunidad, Madrid opina en red
- 17/10/2011 a las 17:35
- » “Votar por la Sanidad Pública” por Marciano Sánchez Bayle
- » “El cerebro también se entrena” por Irene Vesperinas
- » “Mitos sobre la “calidad” de los embriones” por J. Alonso Zafra
- Fotos
- foto 1 de 1
Odio Madrid por Adolfo Suárez
Odio Madrid por sus atascos, sus horas perdidas. Primera, freno, punto muerto, primera, freno. El del Fiesta ya podía darse un poquito más de prisa. Odio Madrid por sus humos, por ese ver el cielo de Velázquez gris que a veces parece meterse por todos lados y que notas en la garganta. Odio Madrid por que demasiada gente corre, grita, huye, y a veces sus calles se convierten en cárceles en movimiento lento. Odio Madrid porque es grande y me pierdo, y a veces no me siento. Odio Madrid porque parece que quien la gobierna la odia, y la hace una ciudad enfadada y distante, demasiado ciudad y muy poco barrio, mucho coche y poco paseante.
Odio Madrid por esas cosas y por muchas más. Pequeñas rencillas que mantenemos ella y yo. Discusiones de andar por casa o, en este caso, por ciudad. Pero si ella tiene defectos, yo también, aunque soy más vergonzoso (mira, uno) y no es cuestión de contarlos aquí, a la vista de todos. El caso es que ni ella ni yo somos perfectos, así que nos llevamos bien, y pueden más los quieros que los odios.
Si odio sus atascos, amo amanecer en sus calles vacías, y buscar un bar donde me vendan churros. Si me molestan sus humos, me encantan los reflejos de la lluvia detrás de un cristal mojado, o sus noches de bar, mitad locura mitad otra copa, siempre la penúltima. Si demasiada gente corre, yo paseo lento , mientras dejo a mi mirada sin correa y se encarama a las ventanas, y baja a los portales, y se enrolla en las farolas, y encuentra gente que también pasea, y quizás conversemos mientras nuestras miradas juegan a su aire. Huyo de la cárcel de Madrid saliéndome a sus parques, a sus calles, a sus gentes. Si Madrid es grande, la hago pequeña, y me conozco mi barrio, mi acera, mi quiosco, mi bar donde no hace falta que diga lo que quiero. Doblo la Gran Vía, Alcalá, Mayor, Carretas... y me las meto en el bolsillo. Si creo que por ahí arriba no hay alcaldes que me valgan, discuto, apoyo, animo y, sobre todo, voto.
Entiendo, pues, que haya gente que odie Madrid, lo mismo que comparto con muchos amor por ella. Ni tu ni yo, ni Madrid. Nadie es perfecto. Entiendo las críticas a Madrid y comparto muchas, quizás la mayoría de ellas. Pero no entiendo que eso haga oscurecer toda la luz que desprende Madrid, vivir en ella. Sus personas, sus lugares, sus esquinas. Odio Madrid por su imperfección, pero la quiero por ella también, por que la hace humana, cotidiana, entendible. Es inhumana y distante a veces, pero yo también, y me compensan más sus virtudes que sus defectos.
No, no entiendo la crítica continua sin ver lo bueno de Madrid. Cierto es que hay muchas cosas que mejorar, pero me cansa que no se pueda hablar bien de Madrid con ciertas personas que parecen verlo todo negro. Madrid está por encima de los gobiernos. Han pasado muchos y pasarán otros tantos, pero Madrid quedará. Puedo pensar, y sentir, y creer que otras personas lo harán mejor que las que están, pero eso no hará que odie Madrid, sino que hará que intente que la cosa cambie. Madrid es de todos, y todos somos Madrid. Tan acertados, errados, imperfectos o válidos como ella. A ningún amigo, a ningún amor, estamos constantemente criticándolo. Cabe la posibilidad de que una manera de mejorar esta ciudad pasase por que, de vez en cuando, nos parásemos y dijeramos: Te Amo, Madrid.
Adolfo Suárez, escritor (Cosecha del 66)
Comentarios
