La tradición de la tortilla y el hornazo se remonta al siglo XVII cuando los romeros descansaban para recuperar fuerzas en la dehesa Boyal camino de la antigua ermita de Santiago.
La Concejalía de Participación Ciudadana y Juventud preparó una tortilla para 3.000 personas junto con diversas actividades y una variada oferta gastronómica de la que disfrutaron más de 5.000 vecinos.
Durante la jornada, que se caracterizó por el buen tiempo y la ausencia de incidentes, se celebraron juegos típicos como la cucaña así como talleres ofrecidos por los monitores de la Universidad Popular, una exhibición de obediencia canida y un paseo hacia los restos de la ermita.
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