Los trabajadores aseguran que en los últimos tres años sus condiciones laborales han empeorado. Ponen varios ejemplos, como la eliminación de guardias, el mantenimiento del 90 por ciento de la plantilla los domingos y festivos y la modificación de los turnos, además de recortes en horas extraordinarias, 70.000 euros de ahorro en renovación de vestuario o 120.000 euros al año no gastados en formación.
Sin embargo, según Nuria Rodríguez, secretaria general de la sección sindical de UGT-Aserpinto, estos esfuerzos de los empleados no se han visto correspondidos con esfuerzos de la empresa, que ha contratado a cuatro nuevos cargos (algunos de ellos “a dedo”) y ha despedido a otro con una indemnización de casi 60.000 euros.
Además han pedido al Ayuntamiento que establezca un plan de pagos para sanear los 15 millones de deuda y ha criticado que sólo garanticen sus nóminas, sin atender debidamente al pago de proveedores o contratación de refuerzos.
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