En el último Pleno del Ayuntamiento de Leganés los concejales tuvieron que votar dos veces sus propios sueldos por un “reparo suspensivo” en el procedimiento que no fue notificado antes de llevar a cabo la primera votación. Según el alcalde, Jesús Gómez, la interventora municipal, Teresa Pascual, le comunicó el reparo de forma verbal y una vez iniciado el Pleno, por lo que no hubo mala fe.
Desde la oposición socialista creen que la degradación de la interventora justo un día después de ese Pleno tiene que ver directamente con el incidente. La portavoz adjunta del grupo municipal socialista, Emilia Quirós, ha tildado de “autoritaria y presidencialista” la forma de actuar del alcalde Gómez.
La respuesta del alcalde leganense ha sido que el puesto de interventor es de libre designación y que por ello se nombra o cesa por criterios de confianza o de eficiencia. Además fuentes municipales han señalado que ya el gobierno saliente dejó una lista con cuatro personas que podrían sustituir a Teresa Pascual, por lo que hay indicios de que no debía ser del agrado de los socialistas cuando ocupaban el gobierno municipal de Leganés.
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