Se trata de una nueva agresión en la prisión valdemoreña y que esta semana se une a otra producida en la cárcel de Navalcarnero. En concreto hablamos, en el caso de Valdemoro, de un preso que este pasado martes quemó su colchón y se tragó varios cristales rotos para ser trasladado al hospital y evitar así su traslado a la prisión de Puerto de Santa María. Al regresar a la prisión la emprendió a puñetazos con varios funcionarios.
Desde el sindicato CSI-F su portavoz de Prisiones en Madrid, Javier Ayala, ha señalado que llevan años pidiendo a la administración y a Instituciones Penitenciarias que se pongan en marcha medidas de protección, como el aumento de funcionarios o la clasificación de éstos como “agente de la autoridad”, para que así las agresiones sean calificadas ante un tribunal como “atentado a la autoridad”.
En los últimos meses se han repetido varias agresiones de este tipo, por lo que todos los sindicatos critican la “pasividad” de la administración.
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