La fiesta terminó con la entrega de un diploma y un ramo de flores y además Luisa, que nació en 1909 en Villa del Prado, pudo asistir a la actuación de una tuna que amenizó el acto con sus cánticos y bailes.
Durante su infancia y adolescencia, Luisa se dedicó a ayudar a su madre en las tareas domésticas y en el pueblo conoció a su marido que falleció hace cincuenta años
Por otro lado, la residencia ha organizado durante este verano diversas excursiones de mayores a las piscinas municipales en las que han participado medio centenar de perronas en compañía de trabajadores del centro.
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