Una unidad de paisano se desplazó hasta el local número 24 del centro Comercial Getafe II, donde estaba ubicada la guardería. Según fuentes municipales, una de las cuidadoras confundió a la agente que entró en el centro con una potencial cliente y la enseñó el centro, informándoles de horarios y precios.
Durante este recorrido y tras identificarse, los policías pudieron comprobar el mal estado higiénico sanitario y de seguridad de la guardería y cómo las dos cuidadoras no tenían ninguna formación para la labor que desempeñaban. Ambas aseguraron que eran voluntarias de la ONG.
Durante la inspección comprobaron que no había sistemas antipánico, los dos extintores estaban caducados y los aseos, en obras, tenían cables descubiertos, lo que suponía un peligro para los niños. Además de los dos frigoríficos con los que contaban, uno estaba desconectado con alimentos en su interior y otro con gran cantidad de productos caducados.
La presidenta de la ONG que llegó poco después de presentarse los agentes locales, aseguró que no era una guardería, sino un local de la ONG que tiene el proyecto Escuelita, un banco de alimentos y un ropero solidario. Las responsables del centro sólo presentaron una declaración responsable de implantación del negocio, presentada ante el Ayuntamiento.
Según el libro de registros del centro, al menos había inscritos unos 50 menores.
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