Las investigaciones comenzaron en junio, cuando los autoridades tuvieron conocimiento de envíos de estupefacientes desde Argentina ocultos en transportes legales de pescado y marisco par evitar los controles policiales. Uno de los destinos de esos cargamentos era una empresa de Fuenlabrada que no daba ningún tipo de beneficio.
La policía sospechó que se trataba de una tapadera y tras reunir indicios suficientes se procedió a la detención de dos personas en Madrid y una más en Valencia, entre ellos el dueño y el testaferro de la empresa de Fuenlabrada, como ha indicado una portavoz policial.
La Policía Nacional sigue buscando al cuarto supuesto integrante de la banda, y en los registros domiciliarios se han incautado 17 teléfonos móviles, 600 euros en efectivo, un ordenador y dos vehículos de gama alta.
Comentarios