La campaña de recogida cumple por lo tanto un doble objetivo ya que, al beneficio medioambiental generado al evitar que el aceite de cocina se vierta a la red de alcantarillado, contaminando el agua y encareciendo los costes de depuración, se le une la apuesta por la cooperación que se lleva a cabo con los fondos provenientes de la venta del aceite recogido.
En este sentido, la técnico de la delegación de Madre Coraje en Madrid, Inmaculada Torres, ha explicado a Cadena SER Madrid Sur que el dinero se dedica a la realización de proyectos de desarrollo con niños, enfermos o mujeres, que buscan el desarrollo integral de comunidades desfavorecidas.
El pasado 21 de julio, dos voluntarias de la Delegación de Madre Coraje en Griñón partieron a Perú, donde permanecerán durante un mes, desarrollando tareas de educación infantil con niños de 0 a 3 años. Recogerán además documentación gráfica y testimonios, que, a su vuelta, acercarán aún más, la realidad de los niños y la de las instituciones que trabajan cada día por mejorar sus condiciones y asegurarles un futuro digno.
Desde la ONG han recordado además que, para que la recogida del aceite de cocina usado sea adecuada, debe ser depositado en botellas de plástico cerradas, en alguno de los ocho contenedores dispuestos en las calles de Griñón, de donde será recolectado periódicamente por los voluntarios de Madre Coraje.
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