El denominador común de los asaltos de este grupo de presuntos delincuentes eran sus víctimas: ancianos de entre 70 y 80 años con pocas o nulas posibilidades de reaccionar. Actuaron en municipios como Pinto, Majadahonda, Navalcarnero o San Martín de Valdeiglesias.
El aumento de denuncias por parte de los mayores provocó el inicio de la operación, que ha contado con la ayuda de residencias geriátricas acogidas al Plan Mayor de Seguridad. La Guardia Civil constató que este grupo de seis personas, vinculados familiarmente y entre ellos un menor, distraían a sus víctimas invitándoles a colaborar con una ONG para poder arrebatarles los objetos de valor, en algunos casos de forma violenta.
Según la Guardia Civil este grupo contaba con una “férrea estructura delincuencial”, con funciones claramente distribuidas y con labores de estudio de las zonas más idóneas para cometer los asaltos. Los cinco detenidos mayores de edad, que no superan los 22 años, ya han entrado en prisión tras ser puestos a disposición judicial.
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