El juicio se celebra en Logroño ya que fue donde se originó la operación de la Guardia Civil que terminó con la desarticulación de este grupo organizado de tráfico de drogas, aunque se produjeron detenciones en Burgos y varias localidades de Madrid.
Fue en 2013, cuando la Guardia Civil desarticuló a este grupo, que introducía la droga en un doble fondo de vehículos que previamente modificaban, y se incautó de tres kilos de heroína y otras drogas valoradas en 800.000 euros. Los coches eran modificados en los talleres que la banda tenía en Fuenlabrada y en Humanes de Madrid; después la droga se trasladaba a una vivienda de Madrid, donde se adulteraba y cortaba.
Los cinco acusados, de entre 25 y 31 años, son tres españoles, un armenio y un marroquí que pudieron distribuir en la zona de Madrid hasta 12 kilos de heroína al mes, que generaba unas 225.000 dosis.
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