La realidad de este regalo especial que viene de la empresa o de amigos, ha ido cambiando, al igual que el mundo en que vivimos. Como reconoce Leyva hace veinte años, las cestas llevaban alimentos básicos para consumir en las comidas puramente navideñas. Después, en tiempos donde todas las casas tienen casi de todo, se incorporaron otros alimentos más selectos. Hoy en día muchas llevan auténticas delicatesen, pero el salto cualitativo lo dan algunas propuestas que combinan alimentos con viajes, estancias en balnearios o cosas más atrevidas para parejas.
Celestino Leyva, propietario de Leyfam, con fábricas en Salamanca, Ávila y Guadalajara y tiendas, entre otras localidades, en Getafe, asegura que muchas de estas cestas modernas son de encargo y es ahí donde se echa más imaginación.
En esta entrevista Leyva nos habla también del abanico de precios y de qué tiene que llevar una buena cesta navideña.
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