El pasado lunes la concejala delegada especial de Formación y Empleo de Parla, Beatriz Arceredillo, presentaba en comisaría una denuncia contra su directo superior, el consejero delegado de Personal José María Díaz Castañeda, por lo que considera como “acoso laboral”.
Arceredillo detalla fuertes críticas a través de las redes sociales y ataques a su trabajo. Pero la gota que colmó el vaso fue el cambio de cerradura de su despacho, sin avisar, y de donde no le dejaron sacar sus pertenencias personales y archivos de trabajo.
Fuentes municipales sin embargo aseguran que la concejala sabía, por decreto, del cambio de sede de la Concejalía, ya que no podía continuar en un colegio que no pertenece al Ayuntamiento y donde ahora se ubica la UNED. Al comprobar que continuaba en su antiguo despacho, procedieron al traslado con la Policía levantando acta.
Arceredillo niega esa versión, y asegura que se enteró del cambio por una nota de prensa pero que en la nueva ubicación no tenía ningún despacho acondicionado.
Fuentes municipales recalcan que la reubicación de los servicios y despachos de la Concejalía, eliminados alquileres y suministros, supone un ahorro de 35.000 euros anuales al año, por lo que no entienden la negativa de Arceredillo a cambiar de lugar de trabajo.
Cabe recordar que Beatriz Arceredillo fue la única concejala socialista que se opuso a los despidos en el Ayuntamiento, después de lo cual salió de la Junta de Gobierno. Además presentó una candidatura pro-Rubalcaba en la Agrupación Socialista. Desde entonces asegura que está sufriendo un “destierro” en el Gobierno, y que ha pasado de ser la “número 3” en la lista electoral a desaparecer de las notas de prensa.
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