Empeñados en conseguir que esta propuesta gastronómica, tan sencilla y rica a la vez, no se pierda en el olvido, la Casa de Castilla La Mancha de Parla, vuelve a ofrecer una rebanada de pan, bañada en aceite y cubierta de azúcar, lo que se conoce como sopetón o pringá, según los lugares.
Charo Sánchez, presidenta de la Casa regional, recuerda que el año pasado 300 personas pasaron por esta cita que, como nos cuenta tiene unas raíces muy antiguas, en los lagares de los pueblos. Una golosina para todos los paladares y especialmente para los niños, con la invitación a las doce del mediodía en la Casa de la Juventud.
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