Todos los ciudadanos que lo deseen pueden depositar sus bicicletas, en cualquier estado, en los locales de Seur reservados para este proyecto. Posteriormente son trasladadas al centro ocupacional de la Asociación de Minusválidos de Pinto, donde personas con discapacidad se forman en su reparación y adquieren competencias para integrarse en el mercado laboral, como indica su responsable de Comunicación David Amestoy.
El paso final es hacer llegar las bicicletas ya reparadas a colectivos desfavorecidos. Para ello se contará con los informes de la Fundación Ananta, que valorará las zonas más adecuadas para estas donaciones. Estas entidades han calculado que anualmente el proyecto tendrá un coste de unos 70.000 euros, que se conseguirán mediante actos benéficos en los que la Fundación Alberto Contador tendrá especial protagonismo, así como en la recolección de las propias bicicletas y la difusión del proyecto.
Comentarios