La escaladores disponían de mascarillas para evitar las emanaciones de sulfuro del volcán que se encuentra en activo ya que en su última erupción hace dos años arrasó pistas y sendas por lo que solo existe una carretera de asfalto de 20 kilómetros con un desnivel de 1.200 metros para llegar al primer refugio, un hostal que se encuentra en una arrasada estación de esquí.
La subida hasta el primer punto les llevó cinco horas y tras descansar reiniciaron la escalada hasta los 3.000 metros.
Los montañeros ya preparan su próxima aventura después de escalar también la cumbre el Monte Elbrus, el pico más alto de Europa, y coronar los tres picos de más de 5.000 metros de altura de la cordillera Blanca en los Andes.
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