Julio Iglesias, cómo hemos cambiado

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Julio Iglesias, cómo hemos cambiado

Ahí está. 72 años y nuevo disco. Hombre, no diremos que está igual que siempre, porque la edad se nota, pero este hombre sigue incombustible. “Fallaste corazón” es una de las canciones de “México”, lo nuevo de Julio Iglesias. Dice que es el último… Lo que sabemos es que sigue fiel a su estilo. Remontémonos a 1968 para descubrir a este ex futbolista del Real Madrid que todavía no era la megaestrella en la que después se convirtió.

Habían pasado seis años desde que un accidente truncara su carrera como portero de fútbol. Su convalecencia le sirvió para tocar la guitarra y escribir. Él decía que no era cantante, pero le empujaron para que cantara “La vida sigue igual” en el festival de Benidorm. Y ganó. Llegar y besar el santo… En el 70, ya como estrella nacional, fue a Eurovisión con el “Gwendolyne”. Quedó cuarto.

Apenas lleva un lustro de carrera y el fenómeno Julio Iglesias empieza a desbocarse. Graba en inglés, alemán, francés, japonés… No tiene una gran voz, pero enamora al más pintado. Y ya es el español con más conciertos en más lugares del mundo. Premios, premios y más premios aderezados con canciones como “Por el amor de una mujer”, del 73.

Desde el año 78 Julio se establece en Miami y empieza a lucir poco su morenazo por España. Producido por el genial Ramón Arcusa, del Dúo Dinámico, sigue cosechando exitazos. Algunos tan definitorios de su persona como “Soy un truhán, soy un señor”.

Damos ahora un salto a la década de los 80, que Julio Iglesias comenzó con el álbum “Hey!”. Y no es por apabullar con cifras, pero es que con este disco vendió 20 millones de copias, es decir, casi lo mismo que Mecano, Juanes o Maná… en toda su carrera.

 “Hey!” era una de sus grandes canciones y también una de sus expresiones, a partir de entonces, más famosas. Por cierto, por esta época le conceden el Record Guiness por ser el artista que más discos ha vendido en más idiomas en el mundo. Sin embargo no es hasta el 83 cuando publica su primer disco íntegro en inglés, con el delicioso dueto con Willie Nelson en “To all the girls I"ve loved before”.

En fin, que si relatásemos los logros que consiguió, los discos que vendió y antes las importantes personas que cantó, no terminaríamos. Así que nos centramos en la música, que en los 80, como era propio de la década, se volvió algo más movida y con sintetizadores. Pero siempre con la mano en la barriga, su micro levantado sobre sus labios y sus característicos giros vocales. Aquí en “Me va, me va”, de finales de la década.

Volvemos a saltar ahora a la década de los 90, donde la discografía de Julio está ya totalmente empapada de ritmos latinos. Es el caso de “Agua dulce, agua salá”, del disco “La carretera”, que coincide con su nuevo matrimonio y la nueva juventud de un hombre eternamente joven.

Desde entonces ha tenido muchos recopilatorios, muchos discos publicados sólo en determinados países y muchas versiones. Nos quedamos con una, “Moralito” o “La gota fría”, como ejemplo de una época que se extiende hasta hoy con pocos discos, no demasiadas giras, pero el mismo éxito de siempre.

Y sí, muchos le han intentado imitar, ahora está en la mitad de los whatsapp de los españoles, “y lo sabes”, pero nadie ha conseguido vender 300 millones de discos y ser, junto con Elton John y Madonna, el artistas en activo con más ventas de todo el mundo. Nos despedimos con el que hasta ahora era su último disco en castellano, de 2003. “Divorcio” se llamaba, como la primera canción que escuchábamos en él.

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