El portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida en Parla, Antonio Sánchez, ha mostrado su preocupación por que el plan de ajuste al que obliga el gobierno de la Nación para saldar la deuda con proveedores afecte especialmente a los ámbitos más débiles: los trabajadores, el gasto social y los servicios públicos.
Sánchez ha tildado de “intervencionista” y de “asalto a la democracia” este plan de ajuste, que no será defendido por un político sino por la Intervención del consistorio, y ha asegurado que su formación no lo apoyará en Pleno si no se tienen en cuenta las negociaciones con los sindicatos.
Además, el portavoz de la coalición ha insistido en si el Ayuntamiento tiene 200 millones de euros de deuda con proveedores y el préstamo es a diez años, las cuentas no van a cuadrar, por lo que ha abogado por una ampliación del préstamo a 20 ó 25 años, ya que de lo contrario los servicios municipales se verán gravemente afectados.
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