La investigación podría haber concluido ya sin que se haya podido determinar si se produjo o no tal relación entre el recluso, internado en segundo grado, y la estudiante, que cuenta con una minusvalía que la obliga a utilizar silla de ruedas.
A pesar de ello, desde la Agrupación de Cuerpos de Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP) se ha indicado que Prisiones se encuentra investigando la procedencia de las toallitas de higiene íntima y los envoltorios de preservativos encontrados el pasado 16 de julio en una de las aulas del centro, a la vez que han determinado que el comportamiento de la estudiante no era el adecuado para alguien que acude a una cárcel a colaborar en determinada labor.
Por su parte, el recluso ha sido trasladado a otro centro después de que, en el transcurso de la investigación, se encontrasen en su celda algunos productos no permitidos o adquiridos fuera del procedimiento establecido, como una cámara de fotos o un teléfono móvil.
En este sentido, el portavoz del sindicato ACAIP en Valdemoro, Jerónimo Martín, ha asegurado que el hecho de que los reclusos tengan en su poder teléfonos móviles y otros efectos no permitidos es una constante, agravada por la dejación de la administración en los aspectos referentes a la seguridad.
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