los imputados, a quienes se les atribuye un delito contra la Hacienda pública y otro de cooperación, se encuentran el constructor Antonio Banús Ferré, el industrial Enrique Ortega y tres primas lejanas del Rey, María Margarita Borbón Dos Sicilias Lubomiska, su hermana, María Inmaculada y la hija de ésta, María Ilia García de Sáez.
El juez Andreu no citará de momento a las dos primeras porque sufren problemas de salud, mientras que la tercera de ellas declarará este martes.
La trama hebrea de la supuesta red de evasión fiscal liderada por Gao Ping blanqueaba dinero a importantes joyeros de la comunidad judía en España e Israel, tal y como se recoge en el sumario de la “Operación Emperador”. Según conversaciones telefónicas, María Margarita y María Inmaculada se relacionan supuestamente con la trama a través de la empresaria María Ilia García de Sáez.
Antonio Banús y Enrique Ortega han admitido tener cuentas en Suiza, aunque han asegurado que no sabían que el origen del dinero que las nutría proviniera de la trama de Gao Ping.
Las actividades de la trama hebrea corrían a cargo de la rama empresarial dirigida por una ciudadana israelí, Malka Mamman Levy, a la que la Fiscalía Anticorrupción considera “eje vertebrador de la organización criminal especializada en blanqueo de capitales” y “nexo de unión” entre la estructura internacional y los clientes españoles.
La imputada tenía una estrecha relación con el experto en diamantes Menachem Casif Fouzailoff. Según los fiscales del caso, es un “reputado joyero y experto diamantero” que actuaba como “intermediario” para el blanqueo de capitales de joyeros asentados en el complejo más grande del mundo de diamantes en Israel.
Además, según el escrito de los fiscales, era miembro de la bolsa de diamantes de Tel Aviv, de forma que la red de Gao Ping utilizaba su posición para “transferencias internacionales destinadas a ocultar el origen y destino del capital utilizado, blanqueando su procedencia” y evitando el control gubernamental.
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