Hasta ahora la realización de estas pintadas en calles, monumentos, árboles o espacios publicitarios era en Humanes de Madrid una falta leve, pero ahora se endurece la normativa para calificarlo de “grave” y luchar contra esta práctica.
Según el equipo de gobierno, de esta forma se pretende proteger el paisaje urbano, teniendo en cuenta además el dinero que debe gastarse el Ayuntamiento en planes de limpieza que no es compensado con las multas económicas impuestas a los infractores.
El alcalde, José Antonio Sánchez, ha asegurado que se trata ésta de una medida coercitiva y no recaudatoria, al tiempo que ha recordado que existen algunos espacios para estas prácticas grafiteras, como el colegio público Santo Domingo de Guzmán o las tapias del polideportivo Emilio Zazo.
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