Las cifras aportadas por varios colectivos ecologistas como Ecologistas en Acción, Grama y Jarama Vivo señalan que el proyectado campo de golf podría destruir miles de olivos, a lo que se une un gasto de más de 400.000 metros cúbicos de agua al año. Agua que además podría contaminar humedales como el embalse de Gózquez, con gran población de sapo común.
Raúl Urquiaga, de la asociación Grama, ha asegurado que el planeamiento urbanístico del municipio impide que en ese espacio se pueda desarrollar un campo de golf, y ha criticado los efectos medioambientales que podría provocar.
Dicho proyecto se ubicará junto al Parque Warner en 60 hectáreas, fruto de un acuerdo entre el consistorio sanmartinero y la Federación Madrileña de Golf.
Al respecto la alcaldesa, Carmen Guijorro, ha explicado que el trámite de impacto medioambiental continúa con normalidad y ha asegurado que “estarán a lo que digan los informes”. Además ha destacado que el campo tendrá agua reciclada a pie de pista y que el proyecto será respetuoso con el entorno y creará riqueza económica.
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