El operativo, impulsado por la Empresa Municipal de Limpieza y Medio Ambiente (Lyma), aprovecha el descenso en el número de clientes que se registran estos días en los comercios y el cierre de diferentes establecimientos por vacaciones.
El plan contempla la hidrolimpieza en calles y viales con agua caliente a presión, el uso de productos desengrasantes y otros odorizantes en aquellos emplazamientos en los que trabajan los operarios de Lyma.
La eliminación de pintadas en fachadas y en el vallado de cierre de los comercios pretende mejorar el aspecto de los locales, embellecer la ciudad y eliminar los carteles publicitarios incrustados en establecimientos que se encuentren cerrados.
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