La suerte de Osama no la tienen la mayoría de los refugiados que llegan a nuestro país. Tras conseguir la tarjeta roja que les da derecho a residencia, pero que no les permite trabajar en seis meses, son fundamentales para muchos los centros de acogida de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, CEAR, uno de ellos en el municipio de Getafe. En este centro, según cuenta Raquel Santos, portavoz de CEAR, se cubren las necesidades básicas, como alojamiento y manutención, además, un equipo de psicólogos, trabajadores sociales y técnicos de intermediación social les apoyan en su integración, en especial con el idioma. Lo primero es el apoyo psicosocial para superar lo vivido.
Además, CEAR, cuenta en Leganés con un piso tutelado donde acuden los casos de mayor vulnerabilidad social. Personas con problemas de salud mental, no graves, como estrés post- traumático o mujeres que han sufrido maltrato de algún tipo.
En el Centro de Acogida de Getafe hay ahora mismo 116 personas, en su mayoría procedentes de Siria y de Ucrania.
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