La prórroga de los presupuestos de 2012 para este año provocó que la empresa Lyma estuviera al filo de la quiebra, por lo que el gobierno ha tenido que negociar varias veces con la oposición para aprobar modificaciones de crédito al respecto.
El último caso ha sido esta semana en el Pleno municipal, con la aprobación de 1,8 millones de euros para destinar 800.000 euros a recogida de residuos urbanos y el resto, un millón, a limpieza viaria.
El gobierno local ha asegurado que Lyma no ha podido afrontar algunas obligaciones por la reparación y conservación, alquileres y limpieza de nuevos barrios, muchos de estos compromisos aprobados por el gobierno anterior.
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