La sensibilización del reciclaje llega hasta las famosas bolsas de plástico, habituales en nuestra compra cotidiana. Tanto que el español medio consume más de 200 bolsas de este tipo al año, lo que supone la emisión de 4 gramos de CO2 en la fabricación de cada una. Además, una sola bolsa plástico corriente tarda nada menos que un siglo en descomponerse.
Convencer a los españoles del reciclaje de las bolsas que utilizamos en la compra no será tarea fácil. Su concienciación pasa por acostumbrarse a que la bolsa biodegradable es una opción.
Por eso el Ayuntamiento de Fuenlabrada ha llegado a un acuerdo con todos los centros comerciales de la ciudad y con la Asociación de Comerciantes de la ciudad para que, al menos, dice el concejal de Medio Ambiente en Fuenlabrada, José Sánchez Luque, pongan a disposición del público esta elección.
Con suerte el ciudadano se irá acostumbrando al uso de las bolsas reciclables ya que, al fin y al cabo, acabarán sustituyendo a la bolsa de plástico corriente.
De aquí a 2010 el Gobierno de España ha previsto la reducción de su consumo en un 50% dentro de su Plan Integrado de Residuos. Con ello se pretende evitar el mal uso que algunos le dan a este tipo de bolsas, como por ejemplo, utilizarlas para depositar la basura.
Entre las opciones para conseguir la total desaparición de estas bolsas se ha llagado a contemplar la posibilidad de cobrarlas, tal y como se ha hecho en Irlanda, donde se ha conseguido reducir su consumo hasta en un 70%.
El problema es que gran parte de los ciudadanos no acaban de asimilar por qué tienen que pagar por un producto que, durante décadas, ha sido gratuito en España.
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