La madre sólo aseaba a la pequeña una vez por semana y la alimentaba únicamente con manzanilla “porque no tenía dinero para comprar leche”, según el relato de su ex pareja durante el juicio en la Audiencia Provincial de Madrid.
Los hechos comenzaron en septiembre de 2008 en el domicilio de unos familiares en Parla, donde la madre, Esmeralda, según la sentencia, golpeaba a la menor, la zarandeaba y le llegó a provocar fracturas de brazo, pierna, hemorragias en el ojo, traumatismo craneal y pérdidas de visión y de capacidad psicomotriz.
De esta manera ingresó la pequeña en el Hospital 12 de Octubre de Madrid en enero de 2009. Ahora el Tribunal Supremo ha desestimado el recurso de la madre por alteración psíquica, y mantiene la condena de diez años de cárcel porque los informes “no acreditan que la acusada hubiera efectuado los hechos en un estado de perturbación psíquica que hubiera afectado de manera apreciable sus facultades de conocer y querer”.
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