Un equipo que apuesta por peloteros como Diego Castro, Lafita o Barrada, y que tiene en la recámara a futbolistas como Pedro León y Gavilán, acabará jugando bien. Luis García lo sabe, y la victoria ante el Mallorca puede aportar el oxígeno necesario para tener más tiempo de maduración. El Getafe ha salido del descenso y se coloca 11º con 7 puntos tras derrotar a un Mallorca que no conocía la derrota hasta ahora y permanece en puestos europeos.
El partido arrancó con el sobresalto de la expulsión a los diez minutos por roja directa del mallorquín Ximo Navarro; una entrada fea a la altura casi de la rodilla, que la existencia de una tarjeta naranja podría solucionar. Paradas Romero optó por la vía de la rigurosidad y el Getafe jugó con 10 jugadores 80 minutos. Caparrós ajustó tácticamente al equipo y el Getafe intentaba percutir sin contundencia; entonces Barrada –el mejor otra vez- levantó la cabeza y cedió atrás para que Diego Castro fusilara a Aouate. La celebración le costó una amarilla, pero el recuerdo de Manolo Preciado bien lo vale. El comité de competición debería hacérselo mirar: está bien no publicitar mensajes comerciales, religiosos o políticos, pero un acto de agradecimiento personal al más allá es más grande que todo eso, y no hace daño a nadie.
De ahí al final fue de nuevo Barrada quien más peligro llevó a la portería isleña, aderezado con detalles de Pedro León, Lafita y una ocasión marrada por Paco Alcocer tras driblar a Aouate. El Mallorca inquietó un par de veces a Moyá, pero el Getafe supo resistir para llevarse la victoria.
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