Después de los “cien días de cortesía”, con la “mínima oposición”, ha llegado el momento de echar cuentas. Eso es lo que ha querido hacer el ex alcalde y portavoz socialista de Leganés, Rafael Gómez Montoya, en la víspera del Pleno Municipal de este martes.
Gómez Montoya ha calificado de “extensas vacaciones” los primeros tres meses de gobierno del Partido Popular en la ciudad. Según el ex alcalde, lo primero que hizo el nuevo regidor fue marcharse de vacaciones, además de recortar servicios.
En este sentido, Gómez Montoya ha citado la supresión de la ayuda de 400 euros a las familias sin recursos (más de 500, según los socialistas), la eliminación del servicio de atención a las víctimas (más de 2.000 al año), la subida de impuestos a deportistas usuarios de las instalaciones municipales o la eliminación de la participación ciudadana después de expulsar, sin previo aviso, a las asociaciones del centro social Azorín.
Además el ex alcalde ha salido al paso de las declaraciones de su sucesor, que cifraba en 250 millones de euros la deuda de Leganés. Según Gómez Montoya, este mismo año la deuda del municipio era de 46 millones según un informe del Ministerio de Economía y Hacienda, y el pasado año se cerró con 20 millones de déficit. Por tanto las cifras de Jesús Gómez son achacables, según los socialistas, al deseo de sembrar incertidumbre en la ciudadanía y de mentir para justificar los recortes de su gobierno.
Gómez Montoya también ha querido responder a la moción que presentará ULEG en el Pleno de este martes, y que apoyará el Partido Popular, para que el Ayuntamiento se persone como acusación particular en el caso de la presunta financiación irregular de la campaña electoral socialista en 2007. El ex alcalde, tras negar las acusaciones, ha mencionado que sólo apoyaría esa moción si se defiende el interés general del municipio y no el escarnio contra la anterior corporación municipal.
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