El Ministerio de Fomento presentó el proyecto, que alcanza los 400 millones de euros, el 2 de julio de 2009 y supondrá actuar sobre seis kilómetros de la autovía de Toledo (A-42) a su paso por Getafe entre las carreteras M-50 y M-45 de los que un tramo de 4,2 kilómetros será el que vaya enterrado parcialmente.
La autovía tendrá entre tres y cuatro carriles por sentido, dependiendo de los tramos, con una anchura mayor que la actual, además de vías de servicio laterales y enlaces mediante glorietas elevadas y a nivel en el barrio de El Bercial, zona centro y sur, y Sector Tres, junto con plataformas de transporte público que transcurrirán por el centro de la calzada y que por seguridad irán al aire para facilitar la ventilación en caso de accidente.
El soterramiento se realizará mediante la depresión de la calzada y la construcción de una losa superior sobre la autovía soterrada que tendrá entre 60 y 70 metros de anchura, dependiendo de las zonas, y con diez puntos de pasos transversales para peatones y vehículos, en algunos casos, ya que no es posible, por seguridad, cubrir un túnel de 4,2 kilómetros aunque supondrá una reducción del efecto barrera con respecto a la situación actual.
José Manuel Vázquez manifestó que en la cita con el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, en la que también estuvo el alcalde de Getafe, Pedro Castro, todos fueron conscientes del momento de crisis aunque la puerta sigue abierta porque el proyecto está terminado pero el Gobierno central, tiene especificado un plan de ahorro y se tiene que pactar a qué ritmo se lleva acabo el soterramiento.
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