Carolina Cordero cree que la organización se encuentra en una situación de “parálisis” después, sobre todo, de que no se haya convocado ninguna reunión para explicar a los miembros de Izquierda Unida la posible vinculación de un militante en la operación Púnica. Por eso piden que Saiz “dimita” como consecuencia de esta situación y por no haber ejercido sus labores de coordinación.
Por este motivo el grupo de militantes pide la dimisión de Saiz y la apertura inmediata del proceso de primarias, que piden además que sean abiertas a todos los simpatizantes inscritos en dicho proceso.
Por su parte el propio Jesús Saiz ha opinado que este tipo de ataques “forman parte del juego típico que se produce cuando se acercan los procesos de elección de cabeza de lista y es un elemento más de tensión que se utiliza”.
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