El cambio climático exige nuevas responsabilidades al ‘hombre del tiempo’.
Es el espacio informativo que más expectación suele levantar. Familias enteras están pendientes del hombre del tiempo para saber si va, o no, a llover.
Con el tiempo ha ganado rigor informativo, como cualquier otro género periodístico, y el público exige una mayor calidad en cuanto a la información meteorológica.
Además, este interés se ha visto acrecentado, a la fuerza, a raíz de las numerosas noticias sobre las consecuencias del cambio climático en nuestra sociedad.
Desde la Agencia Estatal de Meteorología, su portavoz, Ángel Rivera, subraya que cuestiones como ésta obligan a los medios de comunicación, más que nunca, a cuidar su mensaje, ofrecer una información rigorosa y, sobretodo, fácil de entender para el espectador.
Y es que primar la comunicación sobre la especialización meteorológica ha sido, precisamente, una de las conclusiones más destacadas en las jornadas que la Universidad Rey Juan Carlos ha organizado sobre el tema en el campus fuenlabreño.
Bajo el título de “Información Meteorológica: buen tiempo/mal tiempo” las conferencias han contado con presentadores de este espacio en diferentes cadenas. Todo, dice su organizador, para ahondar en la importancia de hacer llegar al espectador una información tan demandada, y hacerlo de forma clara, concisa y práctica.
Lejos queda la figura del “hombre del tiempo”, aquel meteorólogo de confianza a cuyo discurso supeditábamos nuestras vacaciones y que más le valía no equivocarse. Ahora los periodistas, como en todo, aseguran una información fidedigna, contrastan sus fuentes e, incluso, precisan las posibilidades de acierto. Aún así, ya saben, nunca se puede fiar uno del tiempo. Y es nunca llueve a gusto de todos.
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