El proyecto se inició en mayo de 2003 tras la firma de un convenio entre el alcalde de Getafe, Pedro Castro, y el presidente de la Federación de Golf de Madrid, Pablo Prieto. El acuerdo contemplaba la construcción de estas instalaciones, que incluyen una escuela de golf, sobre una superficie de 60 hectáreas y con una inversión de 6 millones de euros.
Además, el mantenimiento del campo de golf supondría unos 600.000 euros al año y, según el convenio, la federación se encargaría de la construcción y gestión hasta amortizar la inversión para posteriormente revertir la propiedad al Ayuntamiento.
Sin embargo, en octubre del pasado año, el alcalde declaró que el campo de golf no era prioritario después de que sus socios de Gobierno de IU se manifestaran en contra de esta iniciativa. Y añadió que no sabía si al final se iba a hacer o no.
Desde entonces el proyecto está estancado y “seguirá en “stand by. En este sentido, diversos grupos ecologistas realizaron en los últimos años varias campañas en contra de estas instalaciones que incluyeron la recogida de firmas, y ahora observan con preocupación como se autorizan los campos de golf y cualquier instalación deportiva en el interior del Parque Regional del Sureste “gracias a las presiones de algunos Ayuntamientos como el de Getafe que tiene ahora la puerta abierta para construir el campo de golf en las inmediaciones del Manzanares”.
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