El ambulatorio Castilla La Nueva de Fuenlabrada pide más seguridad tras la agresión de un paciente
En el momento de la agresión no había vigilancia de seguridad. Su presencia, dice el personal del ambulatorio Castilla La Nueva de Fuenlabrada, se limita a una hora por la mañana y otra por la tarde como medida disuasoria.
Así las cosas el pasado miércoles, víspera de Jueves Santo, un hombre de unos cuarenta años saltó el mostrador de recepción a medio día y provocó diversos hematomas, contusiones y arañazos a una trabajadora de administración y al director del centro después de que le negaran un parte de continuidad de baja para un familiar por carecer de la documentación necesaria.
Ahora y después del suceso, dice la jefa de Enfermería María Antonia Serrano, la vigilancia es constante, aunque temen que después de una semana se vuelva a la situación de antes. Además exigen que se coloque una mampara en el mostrador para evitar agresiones de este tipo, aunque dicen que desde la Consejería son reacios a este tipo de medidas para favorecer la cercanía con el paciente.
Aunque esta agresión física ha sido un suceso puntual, la jefa de Enfermería reconoce que sí es más habitual que el personal sufra improperios e insultos, por lo que insisten en la colocación de una mampara tal y como se ha hecho en otro ambulatorio de la ciudad, El Naranjo, donde el pasado 25 de febrero un hombre hirió de gravedad a varias trabajadoras con un hacha.
La dirección del centro Castilla La Nueva ya ha interpuesto una demanda contra su agresor, que se escabulló antes de que llegara la policía.
Comentarios