Según ha informado la organización ecologista, los propios técnicos del consistorio han reconocido la utilización del insecticida IMIDOR, perteneciente al grupo de los “neonicotinoides”, un tipo de plaguicidas sistémicos, es decir, que tras su aplicación no se mantienen en el exterior de la planta sino que entran en su sistema vascular.
Esto puede provocar, según diversos estudios internacionales, diversos daños neurológicos e incluso la muerte a las abejas, por lo que la Unión Europea ha decidido aplicar una moratoria de dos años para restringir su uso.
Vicente García, de Ecologistas-Espartal de Valdemoro, ha señalado que esta decisión se ha tomado según un principio de “precaución”, ya que aún se desconocen los efectos exactos de estos plaguicidas dedicados a eliminar las “malas hierbas” de los árboles.
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